Libertad de obrar o de no obrar. Libertad de hacer o de no hacer. Libertad de ir o de no ir. Una libertad que todos defienden, abanderan y enseñan. Pero que, de una forma totalmente contradictoria, cuando se le relaciona con el toro, animal con absoluta libertad, desaparece de forma paradójica. Esa libertad de ir o de no ir, de obrar o de no obrar, no la podemos disfrutar todos los españoles. Por eso El Puerto, ciudad que disfruta cada día de la libertad de las olas en su ir y venir a la arena, quiere acoger el más profundo sentido de la libertad.

El Puerto es hoy ese rincón de libertad de aquellos que, por desgracia, ya no la tienen. El Puerto es hoy esa mano que se tiende para rescatar a quien, prisionero de leyes represoras, acoge en su regazo al amigo desamparado. El Puerto se siente hoy un trocito más de esa bella Cataluña, pero donde sí existe libertad. Y de Cataluña, llegan hasta El Puerto verónicas de libertad. Libertad que se gritó a los cuatro vientos cuando, el pasado 25 de septiembre, el maestro Serafín Marín saltaba al ruedo de la Plaza Monumental de Barcelona. (...) Pero libertad también la que gritaba un capote; un capote de brega con nombre propio: Libertad.

Un capote de brega pintado con las manos y los pies de la artista María Franco Docavo. Con pintura acrílica, presenta una cara principal con la figura de la cabeza de toro en el centro en color negro sobre un fondo de colores y esclavina verde esmeralda, enmarcando el bajo del vuelo con la palabra Libertad. En su interior, pintadas con pintura acrílica roja las cuatro barras de la bandera catalana en forma semicircular al vuelo del capote, firma de la artista María Franco en el centro y en el bajo, la leyenda "27 de febrero de 1916-La Monumental de Barcelona-25 de septiembre de 2011", fechas del día de la inauguración y del último festejo de la Plaza Monumental de Barcelona. Creado entre los días 13 y 14 de julio del pasado año 2011, Libertad tiene una altura de 130 centímetros hasta la esclavina, un ancho de 224 centímetros y un vuelo de 574 centímetros.

Libertad. El Puerto de Santa María, la Red Iberoamericana de Ciudades Taurinas y cuantos estáis hoy aquí, cogemos el testigo de la libertad albergando entre nosotros ese capote que grita desesperado porque su nombre, libertad, nunca deje de ser libre. La Red Iberoamericana de Ciudades Taurinas ha querido que su primer gesto, su primer acto sea, precisamente, defender la libertad, y por eso, ahora, acogemos en esta Real Plaza de Toros, el capote Libertad.